El boletín de noticias de Canadian Jesuits International, ONG que apoya a COMPARTE, recoge el siguiente artículo sobre la red y el discernimiento apostólico, escrito por Arturo Estrada sj, miembro del Equipo Dinamizador de la red y director de la Misión Jesuita de Bachajón en Chiapas, México.
Para la Compañía de Jesús, promover y practicar el discernimiento ha sido a lo largo de toda su vida uno de los principales apostolados. Ya Ignacio, en sus primeros años de General, urgía a los jesuitas a discernir su misión y a buscar el bien mayor en todas sus acciones. Hoy, las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), promulgadas en meses recientes por el P. Arturo Sosa, y en especial la primera que pone de relieve la actividad del discernimiento, subraya este apostolado permanente desde nuestros inicios.
En la Red Comparte, acogemos estas preferencias como propias. Y desde nuestra mirada de alternativas al desarrollo, asumimos que la primera preferencia, que coloca al discernimiento como parte esencial de nuestro quehacer, está totalmente supeditada a la segunda preferencia, que apunta a “promover la justicia social y el cambio de las estructuras económicas, políticas y sociales generadoras de injusticia, como dimensión necesaria de la reconciliación de los seres humanos, los pueblos y sus culturas entre sí, con la naturaleza y con Dios”.
Creemos que, como comunidad de aprendizaje generadora de alternativas económico productivas, tomarnos en serio estas tareas no es fácil, pues nuestro sistema económico actual es intrínsecamente desigual, excluyente e insostenible. Y sabemos que necesitamos adentrarnos a él, reflexionarlo y transformarlo desde adentro a partir de las intuiciones de vida en abundancia para todos y todas. Por lo tanto, asumimos que resulta imperante “mejorar nuestros estudios, análisis y reflexión para comprender en profundidad los procesos económicos, políticos y sociales que generan tanta injusticia, y contribuir a la generación de modelos alternativos”.
Es por ello que promover y practicar el discernimiento dentro de los centros sociales y universidades que hacen parte de la Red Comparte, desde hace más de 10 años ha tenido un contenido concreto doble. Por un lado, nos ha instado a mirar nuestras propias vidas, ponerlas frente al Señor y descubrir qué es lo más conducente al bien universal, descubrir a qué estamos siendo llamados (de manera personal). Pero por otro lado, nos ha colocado frente a los dolores del mundo, para preguntarnos qué se ha de hacer ante esta realidad (de manera comunitaria). Es por ello que promover y practicar el discernimiento, dentro de la Red Comparte, ha sido principalmente tarea de contenido, es decir, un esfuerzo constante por colocar en nuestros encuentros, talleres, visitas de campo, etc., el discernimiento ignaciano para así intentar mejorar nuestras prácticas económicas actuales.
Así, sabemos que “vivir más a fondo los Ejercicios Espirituales de modo tal que nos lleven al encuentro personal y comunitario con Cristo y nos transformen” en este contexto, significa vivirlos desde las entrañas de la gente que sufre el sistema. Comprender desde las organizaciones de productores la encarnación y su modo de hacer redención es el modo de transformar esta realidad y alcanzar la dimensión necesaria de la reconciliación.