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Segunda Asamblea virtual de la red Comparte 2023

28 julio, 2023 at 8:33 am

El 12 de julio tuvo lugar la segunda Asamblea virtual de la red Comparte en este año, con el objetivo de avanzar en la elaboración de su nueva Planificación Estratégica 2024-2027 (PE). Esta planeación quiere actualizar el actual marco estratégico para ajustarse mejor a los desafíos que afrontan actualmente los centros sociales y las iniciativas económico-productivas que acompañan, contribuyendo a su mejora en los próximos años.

Previo a la Asamblea, entre abril y junio, se realizó una consulta online a los centros sociales y actores colaboradores de la red con el fin de recibir sus aportes a este proceso de reflexión sobre la PE. Los resultados fueron analizados por el Comité Planificador encargado de dinamizar este proceso de reflexión, el cual está formado por representantes de centros sociales, grupos de trabajo y equipo técnico de la red:   Erminsu Iván David Pabón (coordinador), Alvaro Idarraga (Secretaría Ejecutiva), Amaia Unzueta (Secretaría Técnica), Claudia Ruiz (ASERJUS), Mª Mar Magallón (Alboan), Catarina Santos (CEAS), Alejandra Anzaldo (Cipca Bolivia). Así, el Comité se reunió en el IMCA Hotel (Buga, Colombia) del 9 al 13 de julio, dedicando los primeros días a analizar y sintetizar los resultados de la consulta, y elaborar una propuesta de objetivo y cambios de la PE que fue presentada en la Asamblea.

Este proceso de planificación se nutre del recorrido y la experiencia adquirida por la red desde sus inicios en 2011 (definición del programa multinivel 2018-2020, cierre de los planes operativos 2021-2022 y evaluación realizada sobre la coherencia del modelo de acompañamiento), y se estructura en base a la teoría de cambio de la red. Esto significa que no buscamos la definición de una misión y visión clásicas, sino que queremos formular la planificación en términos del objetivo que queremos lograr y cambios o resultados que queremos alcanzar en los próximos 4 años.

En la Asamblea participaron 30 personas de centros sociales y 14 de actores colaboradores (universidades, fundaciones y personas colaboradoras), todas ellas procedentes de 12 países de América Latina, de Estados Unidos y Canadá, y del País Vasco. Después de la bienvenida que dio el coordinador de la red, Mincho (Erminsu Iván David Pabón), dedicamos un rato a disponernos para la sesión escuchando la canción “Sueño con serpientes” de Silvio Rodríguez que nos recordó Catarina. Seguimos con la presentación que realizaron Claudia y Álvaro sobre la síntesis consolidada de lo expresado por centros sociales y actores externos en la consulta, para pasar posteriormente a la presentación de la propuesta del objetivo específico y cambios, trabajo en grupos y plenaria.

Catarina y Amaia presentaron la propuesta del objetivo específico que pretendemos alcanzar en los próximos 4 años, y que contribuye a uno más amplio (objetivo general) que se refiere a nuestro horizonte como red. El documento de rasgos de las alternativas económicas de Comparte define ese horizonte al que aspiramos. Asimismo, Alejandra y Mª Mar presentaron la propuesta de los cambios que aspiramos alcanzar para lograr nuestro objetivo, así como también posibles estrategias que debemos llevar a cabo para que dichos cambios sucedan.

La reflexión en torno a esta propuesta de objetivo y cambios se hizo en grupos de trabajo por centros sociales y actores colaboradores, y después compartieron en plenaria algunas ideas clave. En conjunto, hubo un sentir general de la Asamblea bastante a favor del objetivo y cambios propuestas, con algunos matices de mejora que serán analizados por el Comité Planificador para seguir avanzando en la elaboración de esta nueva PE 24-27 que será presentada en la próxima Asamblea de la red.

Red Comparte – Estrategias comunitarias para la transición agroecológica

18 julio, 2023 at 2:41 pm

Entre 2021 y 2022, la Red Comparte desarrolló un primer diplomado en agroecología en el marco de la implementación del Sistema Participativo de Garantías Comparte (SPG Comparte). Tuvo como objetivo avanzar hacia una visión integral y actualizada de la agroecología, que oriente el desarrollo territorial de sistemas sostenibles de producción.

Esta formación, sumada a otras que la red Comparte ha desarrollado en los últimos años con los equipos regionales de CIPCA – Bolivia, nos ha abierto la mirada hacia un horizonte más amplio de Escuelas Agroecológicas. Unas escuelas que están inspiradas en la educación popular y, en especial, en el espíritu de la agroecología que valora los saberes locales como un patrimonio común y los revitaliza a través de intercambios comunitarios.

Desde esta sincronía con las realidades locales, en septiembre de 2022 surgió la escuela de formación sobre Estrategias Comunitarias para la Transición Agroecológica. Así, con esta escuela hemos tratado de recuperar el conocimiento local, contrastarlo con otras disciplinas y, a partir de ahí, buscar alternativas de manera conjunta a los desafíos que se presentan en la gestión agroecológica, no solo en la parcela o finca, sino con un enfoque territorial e interdisciplinar.

Es por ello que esta segunda apuesta formativa de Comparte ha sido un ejercicio complementario y de continuación al primer diplomado en agroecología, que se centró en el conocimiento y prácticas para la transición agroecológica.

La primera pregunta que orientó esta estrategia de gestión del conocimiento local fue ¿cuáles son los retos que se presentan en los procesos de transición agroecológica?, que derivó necesariamente en un segundo interrogante qQué alternativas existen o podemos construir para enfrentar estos retos y desafíos de la transición? De este modo, la escuela se centró en verificar estrategias colectivas para dar respuestas y claridades sobre la gestión agroecológica, su fortalecimiento y escalamiento.

Para ello, la escuela ordena y propicia el intercambio permanente de conocimientos y saberes dándole una connotación relevante a la trayectoria de lxs agriculatorxs agroecológicxs. Tiene como eje centrar la puesta en contexto de diversas estrategias comunitarias para la transición agroecológica desde las diferentes dimensiones y diversos escenarios de la agroecología.

La escuela ha sido concebida desde los siguientes elementos metodológicos:

  1. Está soportada sobre las dinámicas y estructuras de trabajo del Sistema Participativo de Garantías Comparte (SPG Comparte). Es decir, el centro de gravedad de la escuela son los núcleos o grupos locales y regionales que constituyen la estructura básica del SPG. En tal sentido, en la formación inicial participan personas vinculadas a los SPG en los diferentes países y de aquellos que iniciarán el proceso de implementación del SPG.
  2. 2. Cada grupo identifica y define los/las promotores/as que tienen la responsabilidad de dinamizar la parte práctica y fortalecer saberes técnicos que se abordan en la escuela. Si bien se tienen sesiones virtuales periódicas (sincrónicas), estas se complementan con prácticas o levantamiento de información en campo (asincrónicas). Estas actividades son coordinadas por cada promotor o promotora local.
  3. Previo al abordaje de los temas técnicos, se construye una línea de base que pueda dar cuenta de las prácticas, aprendizajes y retos en la transición agroecológica; y con base en ellos, se ha profundizado en los aspectos claves en los espacios de formación.
  4. La dinámica de la escuela incorpora elementos de las metodologías de trabajo con comunidades (prácticas – preguntas y necesidades clave a las que es prioritario dar respuesta desde una dinámica colectiva).

La escuela está en su etapa final y ofrece 3 sesiones de cierre abiertas a todos los centros y personas de las organizaciones productoras. Además, tiene en perspectiva continuar programando sesiones sobre temas pertinentes a la transición agroecológica.

El poder de una pequeña tienda de café: las enseñanzas de Garittea-Capeltic.

28 junio, 2023 at 1:02 pm

El 15 de junio participamos en la jornada sobre Nuevos modelos de negocio para una agricultura ecológica sostenible” organizada por la Universidad Deusto, que es aliada de la red Comparte. En la misma, el coordinador de Comparte, Erminsu Iván David Pabón, pudo presentar la experiencia en el acompañamiento a procesos de transición agroecológica y modelos de negocio social en el ámbito rural.  En concreto, la experiencia compartida se centró en las enseñanzas de Garittea en Colombia y Capeltic en México que recogemos a continuación.

El poder de una pequeña tienda de café: las enseñanzas de Garittea-Capeltic. Un sueño que inicia con 5 campesino/as soñadore/as que creyeron que era posible hacer agricultura sin el uso de agroquímicos (1996)

Algunos aprendizajes de este camino recorrido en los últimos 30 años de acompañamiento a la producción agroecológica en Colombia y América Latina nos llevan a mencionar lo siguiente:

  1. Agregar valor. Pasamos de vender materia prima a un precio bajo (café por 1 dólar la libra a 30/40 dólares una vez transformado y vendido en tienda), dejando recursos en toda la cadena desde el proceso de selección, tostión, molienda y empaque. Esto, naturalmente, redunda en la mejora de la calidad de vida en las familias productoras. No solo medimos la utilidad final sino el valor agregado durante la cadena.
  2. Calidad. Le pusimos valor a la calidad en un mundo competitivo que solo nos ofrecía la certificación de terceras partes. Creamos la Escuela del café para que cada uno/a de los/as campesino/as aprendiera a conocer y seleccionar el café de la mejor calidad y cobrar por él. Le pusimos rostro al producto y a la persona productora cuando eran uno más del montón de café. Hoy existe el café Garittea y Capeltic que es el de don Javier, doña Gladis, don Jesús, etc.
  3. Cantidad-escala. ¿Cómo tener cantidades considerables con campesino/as que sólo tienen entre media, una o tres hectáreas de tierra? La asociatividad es fundamental para ofrecer las cantidades requeridas, porque además el 10%-20% del café tostado es suficiente para satisfacer la necesidad de la tienda y se obtiene el equivalente al 100 de lo que costaría la cosecha en verde. Esta asociatividad nos permite mantener ventas por fuera de la tienda en clientes nacionales e internacionales.
  4. Precio. Estamos con un producto cuyo precio oscila como un electro cardiograma; pasa de 80 centavos de dólar a 1,80. Esto lo estamos regulando para tener un precio justo para la persona productora y sobretodo, un precio asequible al consumidor local que tiene derecho a consumir un producto de alta calidad y cuyo poder adquisitivo le alcance. No es solo vender bien nuestro producto y ver cómo se contamina nuestro vecino/a o el/la amigo/a. No esperamos que la bolsa de New York nos ofrezca un precio justo, el precio lo construimos nosotros/as.
  5. Cultura. Nos enseñaron a tomar el peor café o consumir alimentos de segundas porque lo mejor había que venderlo. Estamos pasando de tomarnos el peor café del país (incluso importado) a aprender a tomar un café y consumir unos alimentos sanos. Esto es una cultura que se va transformando a través de la interacción diaria, de la interacción con lo/as visitantes de nuestras tiendas que son aprox. 300 al día (estudiantes/profesores/administrativos de las Universidades donde estamos ubicados, además de los cerca de 30 mil visitantes del IMCA-Hotel).
  6. El resultado. Más que maximizar las utilidades que llegan por la venta del café y que se reinvierten entre las organizaciones socias … el mayor valor es la autoestima, el orgullo, el amor propio y deseos de quedarse en el campo con dignidad y buenas condiciones de vida… Para seguir soñando, hoy somos más de 300 mil campesino/as acompañado/as por la red COMPARTE que hacen agroecología en América Latina.

Evaluación del modelo de acompañamiento de la red Comparte 2015-2019

9 junio, 2023 at 1:09 pm

¿Quieres conocer los resultados de la evaluación del modelo de intervención de Comparte en América Latina? Ponemos a tu disposición el informe ejecutivo de esta evaluación que comprende el período de actividad de la red entre 2015 – 2019.

La red COMPARTE, creada en 2011, ha mantenido su programa de intervención bastante estable desde su nacimiento. Sin embargo, durante estos años no se ha podido realizar ninguna evaluación para revisar la coherencia de la teoría de cambio que está detrás de su modelo de acompañamiento. Por ello, el equipo dinamizador de la red acordó llevar adelante una evaluación con el propósito de mejorar el programa de acompañamiento de COMPARTE, y realizar una rendición de cuentas a los centros sociales y a las entidades que colaboran con la red desde hace años.

En concreto, se ha evaluado la coherencia interna del programa de intervención de la red para lograr su objetivo de ampliar la escala, de manera sostenible, de las iniciativas económico-productivas que acompañan sus entidades miembro. Para ello, se han analizado las tres dimensiones que conforman el trabajo de la red: la estructura o recursos con los que cuenta, los procesos que desarrolla y los resultados o cambios que espera conseguir para alcanzar el objetivo específico al que apunta.

Las técnicas empleadas para el levantamiento de información de las fuentes primarias han sido de carácter cuantitativo (encuestas) y cualitativo (entrevistas, grupos focales y talleres de hilos de vida), y las fuentes secundarias han consistido en el análisis documental de diversos informes, actas y publicaciones de la red.

El proceso evaluador ha permitido identificar buenas prácticas, lecciones aprendidas y ámbitos de mejora, así como también proponer recomendaciones que puedan contribuir a afrontar los desafíos identificados. Todo ello permitirá a la red realizar una rendición de cuentas interna y externa, así como utilizar los resultados para el proceso de reflexión sobre la nueva planificación estratégica de COMPARTE 2024-2027, el cual empezó en abril y culminará hacia finales de este año.

Construir alternativas económicas reales y medibles, es posible

14 diciembre, 2022 at 7:06 pm

Sebastián Luna, como todos los días, se levanta junto con el sol para trabajar su parcela. En ella, Xap (como le llaman en su comunidad) limpia su cafetal, revisa la milpa (cultivo de maíz, frijol y calabaza) y, sobre todo, se asegura de que a sus abejas no les falte de nada. Se trata de un veterano apicultor orgulloso de producir una miel de alta calidad, sin químicos ni antibióticos y con una sana relación con las abejas. Este trabajo de Xap permite a la comunidad endulzar, entre otras cosas, su café, sin depender de un azúcar ultraprocesado y ultratransportado. Xap no camina solo ya que, como él, Manuel Guzmán Morales, Isabela López Miranda, Marcos Abelino y otras 40 familias de distintas comunidades indígenas Tseltales de Chiapas conforman la cooperativa de miel Chabtic.

Más de 2,500 kilómetros, y 7 fronteras más al sur (en dirección contraria a las extenuantes y peligrosas rutas migratorias), llegamos a Guayaquil, Ecuador. A las faldas del Monte Sinaí, una de las zonas más marginadas, de una ya empobrecida Guayaquil, encontramos a Catalina Encalada. Cata, junto con sus compañeras asociadas, confecciona con sus propias manos camisetas, blusas, faldas, pantalones, mochilas y decenas de prendas y complementos más. Una actividad que, acompañada de una buena gestión, supone una alternativa a la pobreza sistémica presente en el territorio.

Estas dos personas, y estas dos experiencias, tienen en común el objetivo de “construir otras formas de entender la economía y el progreso, para combatir la cultura del descarte, para dar voz a los que no la tienen y para proponer nuevos estilos de vida”. Como ellas, miles de personas en América Latina trabajan por construir iniciativas económicas que supongan una alternativa a un desarrollo que, como ellas mismas han podido vivir, no funciona.

En ese contexto nace, en 2010, la Red Comparte, una comunidad de aprendizaje-acción que acompaña e impulsa estas iniciativas. Una comunidad diversa en cuanto a tamaño de las iniciativas que acompaña, los contextos en los que trabaja, las cadenas de valor en las que se focaliza y, por supuesto, las culturas en las que se enraíza. Hoy en día la Red la conformamos 19 Centros Sociales, acompañando a más de 500 iniciativas económicas en 11 países de América Latina. Todas estas iniciativas comparten un deseo y un compromiso por contribuir a lograr condiciones de buen vivir para las personas y sus comunidades.
Este deseo y este compromiso se condensan en los 7 rasgos que caracterizan a las alternativas económico-productivas que acompaña, unos rasgos que son dinámicos, que se desarrollan al ritmo de los procesos económicos y que aportan un horizonte (y un presente) común al conjunto de la Red.

Comparte se caracteriza por partir de lo local, desde la realidad más cercana a la vida. Lo cotidiano es donde se encuentran las necesidades y las potencialidades de las personas y las comunidades y, por tanto, es de ahí de donde nacen las iniciativas de la red, arraigadas a sus contextos sociales, políticos, culturales, ambientales y espirituales.

Este deseo y este compromiso se condensan en los 7 rasgos o principios que caracterizan a las alternativas económico-productivas que acompaña. Así, hablamos de iniciativas que parten de lo local y las realidades más cercanas; que buscan favorecer relaciones de colaboración y cooperación, que promueven un trabajo digno, con retribuciones justas, estabilidad y un trabajo seguro y saludable; que buscan consolidar la autonomía y autogestión de comunidades y familias productoras; que ponen en el centro de la actividad la sostenibilidad medioambiental y que se nutren de los saberes que han sido culturalmente apropiados por las comunidades.

Para traer estos principios a la práctica la Red ha desarrollado una herramienta que hará posible ver de qué forma se aterrizan estos rasgos en las iniciativas. El SASA, como hemos llamado a este Sistema de Auditoría Socio Ambiental, se trata de un proyecto ambicioso, que aspira a medir unos rasgos, a priori, intangibles y de difícil medición, pero que, a través del trabajo colectivo de la red, y de las ganas de crecer y consolidarse de las iniciativas económicas, vamos avanzando con paso firme.

Vale la pena hacer mención en este punto a que, en línea con la estrategia multiactor de la red y el rasgo 2 de construcción colectiva, la Red se acercó a otros actores/redes de la Economía Social y Solidaria, como REAS Red de Redes, cuya larga trayectoria en proceso de Auditoría Social nos ha servido de inspiración en este proceso. Esta red confederal de Economía Solidaria referente en el Estado español lleva desde 2014 desarrollando su herramienta de Auditoría/Balance Social conforme a su carta de principios, para medir el grado de coherencia de las centenares de entidades que realizan anualmente esta práctica desde un fuerte compromiso de transparencia y mejora. Justo estos días, están presentando los resultados de este año en un acto institucional que demuestra la solidez de esta herramienta y esta práctica.

Volviendo a la Red comparte, en 2023 se hará finalmente el primer ejercicio del SASA donde las más de 500 iniciativas de la red tendrán oportunidad de dar cuenta de la integralidad de sus propuestas, de añadir valor a su trabajo y de visibilizar todas las dimensiones que iniciativas como esta cultivan, contraculturalmente cuidando lo pequeño y aportando desde lo local a la transformación económica y social global. Ahora Sebastián Luna y Catalina Encalada tendrán una razón más para estar orgullosos y orgullosas por el trabajo que realizan.