La medición del bienestar social
Ayer, martes 18 de octubre, celebramos la quinta sesión del Seminario de reflexión permanente sobre procesos de cambio para el desarrollo organizado por ALBOAN. La sesión estuvo centrada en el tema de la medición del bienestar social, y arrancamos con las charlas de dos miembros del Grupo Permanente del seminario, quienes aludieron a algunos de los indicadores que actualmente existen para medir el progreso de las sociedades como el PIB, el Índice de Desarrollo humano del PNUD, el Better Life Index de la OCDE, el Oxfam Humankind Index, el Índice de Progreso Social y el Índice de Justicia Social Europeo.
El dialogo posterior sobre indicadores de bienestar, progreso social, calidad de vida, disposición al cambio, etc. giró en torno a preguntas como: ¿Qué categorías y dimensiones recogen algunos indicadores existentes? ¿Hay indicadores que recogen las dimensiones y categorías que creemos que deben medirse? ¿Cómo plantean la medición de tales dimensiones y categorías?
La constatación de partida fue que indicadores clásicos como el PIB, indicador más usado del crecimiento, tienen limitaciones claras para medir el bienestar de la población. Necesitamos encontrar maneras innovadoras y alternativas que nos permitan captar el progreso de una sociedad en otros términos como la distribución equitativa de la riqueza. Sabiendo que cada vez más estudios constatan la relación entre menor desigualdad y mayor bienestar, cualquier indicador para el bienestar debería contemplar la desigualdad como dimensión a trabajar. Asimismo, otra de las cuestiones tratadas fue la importancia de incorporar aspectos colectivos a los indicadores de bienestar como pueden ser la transparencia, el buen gobierno, etc.; los cuales no se incluyen en los indicadores actuales por no tener reflejo a nivel individual.
En resumen, las reflexiones surgidas en la sesión apuntaron a la necesidad de encontrar el grupo de indicadores que sea a la vez válido para cubrir la complejidad de la sociedad, como sencillo para poder ser entendido fácilmente, y pueda tanto ayudar a las decisiones políticas como a la transmisión de información y conocimiento a la opinión pública. Y en este proceso la población medida debería poder participar en la definición del bienestar, porque esto ayudaría a la buena elección, como a la educación y conocimiento sobre las prioridades que podemos demandar como ciudadanos y ciudadanas a las instituciones. Sería importante introducir y llevar este debate a la ciudadanía, a los medios de comunicación, al discurso político,… de modo que superemos la medición del éxito como sociedad a través del incremento de PIB y de la reducción del paro.
Muy de acuerdo. La calidad de vida, no puede ser simplemente sobre la base de indicadores tradicionales.
Me gustaría que incluyan por ejemplo:
La inclusión étnico cultural
La gestión pública transparente
La soberanía alimentaria
La libertad de expresión y pensamiento
En ACLO tenemos un lema, «Ser mas para los demás- buscando una vida buena»
Un abrazo
Guido