En Paraguay, al igual que en muchos otros países, no existe la soberanía alimentaria: su población depende de otros países para poder comer. En los últimos doce años, el cultivo de productos agrícolas orientados a la exportación pasó de poco más de 2,3 millones de has a alrededor de 5,5 millones, y lo hizo a costa de comunidades campesinas e indígenas que en el mismo periodo de tiempo disminuyeron a la mitad la superficie utilizada. Es decir, se hizo a costa de la pequeña agricultura campesina. También datos actuales indican que 94,25% de las tierras cultivadas están destinadas a la producción de comodities agrícolas y solo 5,75% para la producción campesina.

Estos son solo algunos de los datos recogidos en la publicación «Con la soja al cuello 2016: Informe sobre agronegocios en Paraguay» que se hace anualmente desde 2015 y que da cuenta del impacto que el modelo sojero-ganadero está teniendo en toda la sociedad paraguaya y el entorno natural del país.

El Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch (CEPAG) que es miembro de la red COMPARTE, acompaña a población campesina en su lucha de resistencia frente a este modelo y en la construcción de alternativas sostenibles de vida.

Los desafíos que enfrenta la economía solidaria para sostenerse en un mercado altamente competitivo y de corte neoliberal, son muchos. Pero también son muchas las personas en Euskadi y en el mundo que llevan tiempo construyendo y acompañando iniciativas de economía solidaria.

En este mini boletín, nos referimos al trabajo como un elemento clave para la calidad de vida de las personas, y damos a conocer tres iniciativas que han creado oportunidades laborales respondiendo a principios de la economía solidaria. La primera se ubica en la provincia de Quispicanchi (Cusco-Perú), donde la Asociación Jesús Obrero – CCAIJO, organización aliada de ALBOAN y miembro de la red COMPARTE, acompaña a comunidades rurales desde hace 45 años. La otras dos son empresas de inserción socio-laboral que actúan en  Euskadi y Navarra: Peñascal Kooperatiba y Zabaltegi Judizmendi S.L.U.

¿Qué papel juegan hoy las empresas para contribuir al cambio? ¿Qué papel podrían jugar? ¿Cómo dialogar entre la empresa y actores de la sociedad civil para avanzar hacia procesos de desarrollo sostenibles? Sobre estas preguntas giró el debate de la sexta sesión del Seminario de reflexión permanente sobre procesos de cambio para el desarrollo, organizada por ALBOAN el pasado martes 22 de noviembre.

ALBOAN participa en el II Congreso de Economía Social y Solidaria que se celebra en Bilbao desde el 10 al 12 de noviembre, y organizado por la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS), REAS Euskadi y la Universidad del País Vasco.

El lema de este Congreso «El despliegue de la Economía Solidaria. ¡Es la hora de transformar la Economía!», anima a dar el salto y hacer de la Economía Solidaria una nueva realidad posible, abordando seis ejes temáticos: economía inclusiva y democrática, la economía feminista, desbordando potencias y límites, bienes comunes, agregación ciudadana, transiciones hacia nuevas economías en un mundo sostenible.

La ciudad de San Ignacio Guasu en el Departamento de Misiones de Paraguay ha sido el lugar de encuentro de los seis (6) centros de la red que están participando en el despliegue del Mapa de Capacidades de COMPARTE: la ONGD ALBOAN, País Vasco y Navarra; el Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch (CEPAG), Paraguay; Servicios Jurídicos y Sociales (SERJUS), Guatemala; Instituto de Investigación y Desarrollo (Nitlapan-UCA), Nicaragua; Viviendas Hogar de Cristo (VHC), Ecuador; Grupo de Empresas de Economía Solidaria CEDIAC Yomol A´tel, México.