Ciclo de diálogos con las organizaciones productoras de COMPARTE
El pasado 25 de junio, COMPARTE inició un ciclo de sesiones con las organizaciones productoras de la red que desarrollan iniciativas de economía alternativa y solidaria.
Con estas sesiones queremos conocer cómo están respondiendo a la coyuntura generada por la pandemia, en qué les está ayudando ser organizaciones de economía social y solidaria, y ser parte de una red como COMPARTE, e identificar pistas que puedan ayudarnos como comunidad en el acompañamiento a sus iniciativas productivas. Para ello, hemos organizado 6 sesiones por productos y servicios que ofrecen estas organizaciones.
El pasado 25 de junio realizamos la primera sesión en la que participaron las organizaciones de la cadena de valor de café agroecológico localizadas en Chiapas (México), Nariño y Valle del Cauca (Colombia). La sesión se centró en las acciones que las organizaciones están llevando a cabo para gestionar la crisis derivada del aislamiento social y la ralentización de la economía, y además en analizar las alternativas que se vislumbran a corto y mediano plazo de cara a mantener la sostenibilidad de las empresas sociales y los proyectos estratégicos que se gestionan en estos territorios en torno al café. Constatamos que la situación es crítica, sin embargo, están tomando decisiones importantes para resolver la coyuntura desde el cuidado de las personas, las organizaciones y de las empresas sociales. Esto ha implicado medidas de orden financiero, organizativo y comercial, que repercutirán en las dinámicas de las empresas en el mediano plazo. También la situación ha sido una posibilidad para generar y renovar alternativas innovadoras para ajustarse a las nuevas dinámicas del momento actual y de cara al futuro.
La siguiente sesión fue el 30 de junio sobre agroecología y seguridad y soberanía alimentaria y nutricional. Participaron organizaciones de Ecuador, Guatemala y Paraguay dedicadas a la producción de alimentos agroecológicos dirigidos a los mercados locales y al consumo familiar. Los testimonios dan cuenta que la economía solidaria se ha fortalecido en estos tiempos de crisis puesto que los vínculos comunitarios han sido esenciales para tratar de garantizar la demanda de alimento de las familias, tanto en las zonas rurales como urbanas. A pesar del aumento de los precios de los insumos y la especulación de los precios de los alimentos en el mercado, las organizaciones productoras han tratado de mantener y mejorar la producción para cubrir la demanda de lxs consumidorxs con los que tienen una trayectoria de relaciones a través de los mercados agroecológicos y, además, ofreciendo precios justos que garanticen su acceso a todo la población.
Las siguientes sesiones a desarrollar hasta el 13 de julio, se centrarán en productos como las artesanías, el calzado, confecciones, productos de higiene personal, el cacao, y servicios como el turismo.
De primera intensión felicitar a Alboan por promover estas conversaciones virtuales que permiten ampliar y retroalimentarse con experiencias de otros países, sobre encomia social solidaria. Para el caso de Perú en la región Cusco y muy particular en la provincia de Quispicanchi, se viene impulsando mejoras en la producción de la agricultura familiar, con introducción de tecnologías y capacitación. En todo este tiempo de pandemia y aislamiento social, es este sector que ha respondido garantizando la alimentación de la ciudad, sin embargo no es prioridad para el Estado peruano su apuesta y apoyo.